Que levante la mano quien no haya sentido celos alguna vez en su vida. Este sentimiento que aflora de forma involuntaria, puede ir desde leve y moderado, hasta algo realmente enfermizo. Cuando llega a niveles preocupantes y dañinos es fundamental acudir a la consulta de un especialista, él sabrá cómo tratar tu caso en concreto para ponerles fin.
En este post trataremos de mostrar de un modo breve y sencillo qué son los celos, qué clase de celos podemos experimentar y cuáles son las pautas básicas para reducir la intensidad de este sentimiento tan peligroso.
Tabla de contenidos
¿Qué son los celos?
Generalmente asociamos los celos a una relación de pareja. Sin embargo, lo cierto es que desde la infancia sentimos celos. Cuando sentimos que nuestros padres dedican más tiempo a nuestro hermano que a nosotros o cuando un compañero del colegio parece sentir predilección por otro amigo… son solo algunos ejemplos de celos infantiles, que, aunque no son los que se sienten en una relación de pareja, la esencia es la misma.
Ahora bien, ¿Cuál es esa esencia? Se trata de un sentimiento que nace cuando percibimos que un ser querido presta más atención a otra persona o también puede ser a una actividad. El problema es cuando esa apreciación no es real y, además, nuestra reacción es desproporcionada.
¿Por qué somos celosos?
Todos, en mayor o menor medida, sentimos algo de celos. Otra cosa distinta es que lo reconozcamos abiertamente o que los suframos en silencio. Cuando los celos tienen que ver con una relación de pareja, la mayoría de expertos asegura que poco tienen que ver con el sentimiento de amor, y mucho con un sentimiento de posesión y desconfianza hacia la otra persona.
Los celos (justificados o no) pueden estar motivados por infinidad de razones. Estos son algunos de los motivos que nos llevan a ser celosos:
- Dependencia emocional.
- Sentimiento de inferioridad.
- La creencia de que todo el mundo es infiel (nuestra pareja, también).
- Inseguridad.
- Baja autoestima.
¿Qué tipos de celos hay?
Esa especie de rabia contenida que llamamos celos es posible experimentarla en todas las facetas de la vida, en el trabajo, en la familia, los amigos, y, por supuesto, en la pareja. Veamos, a grandes rasgos, cómo funcionan estos últimos.
- Celos en la pareja
Es habitual que las parejas convivan a lo largo de su relación con cierta dosis de celos por ambas partes. Incluso, hay quien piensa que se trata de un sentimiento saludable cuando se manifiesta de forma esporádica y con baja intensidad. Ahora bien, lo cierto es que su origen es la desconfianza de un miembro de la pareja hacia el otro, y el problema surge cuando a esa desconfianza se le suma un componente posesivo y cosificador y el que siente los celos se obsesiona de tal modo que comienza a vigilar y controlar todos los movimientos y acciones de la otra persona. Es importante tratar de evitar llegar a esta situación acudiendo antes a un especialista. De este modo, evitaréis el sufrimiento tanto de la persona que tiene celos, como de su pareja. Cuando se llega este extremo, los expertos hablan de celos patológicos. Este sentimiento es un grave problema que, en no pocas ocasiones, acaba en la ruptura de la relación de pareja.
Consejos para acabar con los celos
No es sencillo ponerle fin a los celos. De hecho, es un sentimiento que se retroalimenta formando una espiral de la que es muy difícil de salir, al menos, sin la ayuda de un profesional. Así que, si sientes celos@ y ves que ese sentimiento está afectando a tu relación de pareja hasta tal punto que la está poniendo en peligro, lo mejor es que te pares un momento a pensar y reflexionar acerca de lo que estás sintiendo. Es el momento de pedir ayuda a un especialista.
Ahora bien, hemos recopilado algunos consejos básicos que ayudan y complementan las pautas que nos marcará el psicólogo en la consulta:
- Recuerda que nuestra pareja está con nosotros porque quiere.
- Si tienes amistades, lo lógico es que tu pareja también las tenga.
- Es bueno tener aficiones al margen de tu pareja.
- Comunicación. Habla con tu pareja sobre tus dudas.
- No desconfíes de alguien que confía en ti.
Como decíamos unas líneas más arriba, los celos son un síntoma de un problema de fondo, la desconfianza hacia nuestra pareja. Esa desconfianza puede deberse a diversos motivos, como, por ejemplo, una traición que hemos vivido con una pareja anterior que no hemos superado correctamente. También es posible que la falta de autoestima nos haga pensar que nuestra pareja prefiere las cualidades de otra persona a las nuestras.
La buena noticia es que existen numerosas terapias y tratamientos muy eficaces que pueden ayudar a todas las parejas a superar un problema de celos y así volver a disfrutar de una vida sentimental plena y sana.