¿Te ha ocurrido de estar queriendo durante muchas horas tener sexo con alguien, desear a esa persona, pero que no funcione el asunto a la hora de la verdad? Justo cuando te toca penetrarla, sucede que el pene no está lo suficientemente duro. Está más en camino a volver a su estado flácido. El escenario te desconcierta, a ti y también a tu pareja. ¿Está todo en tu cabeza? ¿Qué relación tienen la mente y las erecciones?
Lo primero que hay que aclararte, es que esta situación la ha pasado prácticamente todo el mundo. En España, ocho de cada diez hombres han manifestado alguna vez que han tenido inconvenientes para mantener su erección. Puesto el tema sobre la mesa (ya ves que es muy común, y tiene que dejar de ser tabú), en Tocabananas vamos a profundizar en lo que hay detrás de una erección fallida.
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¿Por qué puedes perder la erección?
Una erección es una respuesta de la mente ante una estimulación sexual. En términos algo científicos: es un mecanismo reflejo que se produce a través del sistema nervioso parasimpático, que se encarga de la relajación.
¿Qué puede suceder entonces para que no haya éxito en ese objetivo?
Muy sencillo: si te obsesionas por obtener una erección o por no perderla, dejas de disfrutar de la estimulación sexual. Si sólo piensas en “que se me ponga dura”, es precisamente el momento en que la erección se pierde.
El problema está en tu cabeza
Hay una frase un poco hiriente que se les dice en alguna situación a los hombres, referida a que “piensan con la cabeza de abajo” (refiriéndose a su pene).
En estos problemas temporales (si son habituales, tienes que consultar a un médico por una posible disfunción eréctil), el asunto es exactamente al revés a la frase popular. Y ocurre que, por pensar mucho con la cabeza de arriba, se desmorona la cabeza de abajo.
Es indudable: los inconvenientes para mantener la erección, son provocados por tu mente. ¿Sabías que el cerebro es el órgano sexual más importante de tu cuerpo?
Causas de índole psicológico que te impiden lograr o mantener una erección
Podemos destacarte tres motivos:
- Estrés y estado anímico: es lo que interfiere tu cabeza cuando estás pensando en el trabajo, en temas delicados de dinero, o incluso en una discusión con tu pareja. Si tienes esas situaciones en la mente, es más que lógico que no te apetezca continuar o culminar el acto sexual en ese preciso momento. Son distracciones reales, y las responsables de estar causando los problemas de erección. En casos de estrés y preocupación, tu cuerpo genera cortisol, y disminuyen los niveles de testosterona. Por lo tanto, disminuye la actividad en ciertas zonas de tu cerebro, y allí precisamente es donde se controla la excitación. La mente preocupada va a motivar que sea una misión imposible concentrarse en el placer.
- Ansiedad anticipatoria y pensamientos intrusivos: ocurre cuando tu miedo a no poder lograr la erección, sea precisamente el que boicotee a la misma. Puede haberte ocurrido que tuviste problemas en un encuentro sexual reciente, eso ronda en tu mente, y el temor a que vuelva a ocurrirte puede pasar a transformarse en una obsesión. ¡Tu cuerpo no podrá relajarse, ni mucho menos mantener tu pene rígido!
- Inseguridad e intimidad: que te sientas cómodo durante el sexo es fundamental. Y obviamente, que quieras tenerlo. Puede ocurrir que te veas de repente participando de un acto sexual en el que no te sientes del todo seguro, y tienes todo el derecho del mundo a parar. Pero en ocasiones, la intimidad puede abrumarte, sobre todo si no estás 100% seguro con tu cuerpo. Todas esas dudas e inseguridades pueden desembocar en que no logres mantener la erección. ¡Es muy importante mantener alta tu autoestima sexual!
Consejos para mejorar el control de tu erección
No tienes que masturbarte con prisa:
Es esencial reeducar tu cuerpo, y darte un tiempo para disfrutar. No te centres únicamente en llegar al orgasmo, sino más bien en el placer que vas sintiendo en el camino. En Tocabananas contamos con una amplia gama de masturbadores masculinos, incluyendo masturbadores realísticos y muñecas sexuales.
No sigas siempre los mismos estímulos para excitarte:
Si buscas resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo. La frase se aplica perfectamente a esta situación. Deja volar tu imaginación, acude a relatos eróticos, a explorar otras fantasías… ¡busca fetiches no habituales para excitarte!
No llenes de presión a tu pene:
No le des toda la importancia ni el protagonismo a él. Olvídate de su tamaño, que no tiene nada que ver con el éxito del acto sexual. En caso de que no llegues al orgasmo… ¡no pasa nada! Lo importante es la comunicación en la pareja, y disfrutar ambos.
Te deseamos una buena y firme erección... ¡todo está en tu cabeza!