¿Qué es la violencia obstétrica?

Hay tres momentos en la vida de una mujer (embarazo, parto y puerperio) que, si se gestionan mal, pueden llegar a provocarles secuelas físicas y psicológicas. Por dichas razones, hay ciertas actividades médicas que deben ejercerse con mucho respeto y cuidado. Hoy te contaremos qué es la violencia obstétrica. 

Se supone que los profesionales que intervienen, tanto en el ámbito obstétrico como el ginecológico, tienen sobrados conocimientos para hacer bien su labor. Pero lamentablemente, en ocasiones se cometen errores –voluntarios o involuntarios- que pueden perjudicar la salud de las pacientes mujeres. 

A qué se le llama violencia obstétrica

Se la define como el conjunto de conductas o prácticas, ejercidas por profesionales del ámbito de la salud pública y privada durante el embarazo, parto y/o puerperio, que suponen un grado de violencia hacia la mujer. Y esto puede ser tanto por acción como por omisión 

El tipo de violencia puede catalogarse como: 

  • Violencia física en sí 
  • Actos que no son consensuados o apropiados para la paciente 
  • Violencia psicológica (tratar de forma humillante a la mujer) 

Puede definirse también a la violencia obstétrica como una discriminación de género, estando dentro del marco de la violación de los derechos humanos (en donde se incluyen los derechos de la salud, sexuales y reproductivos de la mujer). 

En los últimos tiempos, ha empezado a quedar expuesta la violencia obstétrica, estando sobre la mesa como un tema de mucha actualidad. Pero no es algo nuevo, ni mucho menos. Ha permanecido oculto e invisibilizado durante largas etapas, e incluso hoy hay profesionales de la salud que no están cien por ciento enterados de esta cuestión tan preocupante. 

Incluso hay estudios que afirman que más del 50% de los profesionales (tanto hombres como mujeres) no tienen información suficiente sobre la existencia de este tipo de comportamientos. 

Un poco de historia sobre este problema muy dirigido hacia las embarazadas

La primera vez que se usó el término violencia obstétrica fue en el año 1827. Tuvo lugar en una publicación en inglés, en donde se criticaban las prácticas que eran ampliamente extendidas en los paritorios a principios del siglo 19. 

Empezaron a ocurrir más hitos en relación a la violencia obstétrica: en 1950 sucedió en Estados Unidos y en Reino Unido; y en 1980 en Brasil, siempre bajo una perspectiva feminista. 

Ya en el siglo 20, hubo nuevas asociaciones activistas, como una denominada “El parto es nuestro”. Se encargaron de que el tema fuera saliendo más a la luz y que se tomara mayor concienciación sobre el problema. Hay en la actualidad un gran activismo en contra de la violencia obstétrica. Y la motivación para que exista la lucha contra estas desagradables prácticas, es que el hecho de experimentar un parto de tipo traumático puede llegar a ser una experiencia que provoque secuelas físicas y psicológicas. 

En 2014, la OMS emitió una declaración alertando que muchas mujeres embarazadas estaban sufriendo una falta de respeto en los centros de salud. Se empezó a insistir desde muchas asociaciones en la necesidad de erradicar totalmente esos comportamientos. Actualmente, la violencia obstétrica representa una grave violación de los derechos de las mujeres. 

A raíz de todo esto, en 2019, la Organización de las Naciones Unidas calificó directamente a la violencia obstétrica como un fenómeno generalizado. 

Y como un hecho que ocurrió en nuestro país en el año 2020, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer de Naciones Unidas (CEDAW por sus siglas en inglés), condenó a España a indemnizar a una mujer que había realizado una denuncia por haber sufrido violencia obstétrica. 

Algunos ejemplos de violencia obstétrica

Son muchas las organizaciones activistas que están luchando por eliminar este tipo de prácticas. Y contantemente nos advierten sobre cuáles son los comportamientos generalizados en la atención a embarazadas que, indudablemente, se incluyen dentro de la violencia obstétrica: 

  • No atender a tiempo ni de forma eficaz cualquier tipo de emergencia obstétricas 
  • El hecho de obligar a la mujer a parir en una posición incómoda, existiendo otras alternativas 
  • Impedir el apego precoz del bebé con su madre sin que haya causas justificadas
  • Negar a la mujer que cargue y amamante a su bebé recién nacido sin existir alguna urgencia médica
  • Utilizar técnicas de aceleración del parto sin que exista el consentimiento expreso, voluntario e informado de la futura madre
  • Practicar cesáreas sin tener el consentimiento voluntario y expreso de la mujer
  • Darle a la mujer un trato autoritario, infantil, paternalista, humillante, o despectivo (incluso con insultos o vejaciones) 

Y a continuación, te enumeramos ejemplos de atención a mujeres embarazadas que también podrían considerarse como violencia obstétrica: 

  • Tactos vaginales que son realizados por más de un profesional 
  • Episiotomía, uso de fórceps y maniobra de Kristeller como prácticas rutinarias 
  • Raspaje del útero sin anestesia
  • Suministro de medicación abusiva (y también innecesaria) para el parto en sí 

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