El placer que se experimenta al dar y recibir azotes de tu pareja es lo que se conoce con el término “Spanking”. Así que, puede que ya lo hayas experimentado sin saberlo y seas unas de esas personas a las que les atraen los juegos de dominación. Y es que, más allá de las nalgadas o azotes con intención sexual, el spanking es un juego de roles en que uno hace de dominador y el otro de dominado.
Esta práctica sexual es una de tantas que se incluyen dentro del BDSA (Bondage, Dominación, Disciplina, Sadismo, Masoquismo). Mucha gente afirma que estos juegos eróticos que se salen de lo convencional son propios de personas con tendencias extrañas, tachándolas incluso de pervertidas. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Los juegos de dominación como el Spanking parten siempre de una regla de oro: el consentimiento mutuo. Y es que la comunicación, tanto antes como durante o después de protagonizar este tipo actividad sexual es fundamental para que sea un éxito.
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¿Cómo se practica Spanking?
Como todo encuentro íntimo, lo ideal es crear el ambiente propio de este tipo actividad sexual. Coloca unas velas, una barrita de incienso y, por supuesto, ¡vístete para la ocasión! El vestuario y los accesorios son fundamentales y ayudan mucho a intensificar la estimulación. Un antifaz, unas esposas, un body de látex negro y, por supuesto, una fusta para los azotes serían un buen kit de Spanking para empezar. Más adelante, si le coges el gusto, ya decidiréis qué objetos son los que más os gustan para aderezar vuestra sesión de dominación.
Antes de que comience la acción, ambos os habréis puesto de acuerdo acerca de quién hace de castigador y quién de castigado, qué accesorio utilizaréis para golpear y la intensidad con que lo vais a hacer. Los azotes se infringen tanto con la mano como con un objeto como, por ejemplo, una fusta. Eso también es imprescindible hablarlo.
En cuanto a la intensidad, no es necesario que sea demasiado elevada, aunque es cierto que muchos de los que practican spanking disfrutan más a medida que los golpes son más intensos. La cuestión es que no sean más fuertes de lo que se pactó en un primer momento.
Puedes cambiar de opinión
Dadas las peculiaridades de este tipo de juego erótico, es importante tener presente que pactar e iniciar una sesión de spanking no significa que estés firmando un contrato blindado. Recuerda que tienes derecho a cambiar de opinión y que si, en un momento dado, te sientes incómod@ y te arrepientes, no hay problema. Puedes poner fin a la sesión en cualquier momento.
Del mismo modo, debes respetar la decisión de la otra persona si esta decide retirarse del juego. En el momento en el que ya no hay consenso, se acabaron los azotes, se guardan las fustas y se levantan las máscaras.
¿Qué objetos se usan en el Spanking?
Como mencionábamos unas líneas más arriba, puedes usar las manos para dar los azotes. Pero también puedes combinar las manos con otros objetos o accesorios de BDSM que, seguro que incrementarán el morbo y el placer de ambos, castigador y castigado. En Tocabananas contamos con una extensa gama de productos pensados para las personas que practican BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación, Sadismo, Masoquismo). Contamos con un catálogo súper extenso y original. Si eres principiantes y quieres probar por primera vez, existen unos kits fantásticos donde encontrarás una selección previa de los objetos que más se suelen utilizar, como, por ejemplo, un antifaz, unas esposas y una fusta, además de lencería con el estilo transgresor propio de este tipo de prácticas.
Lo que no puede faltar en una sesión de Spanking
Además de los accesorios que acabamos de mencionar, uno de los aspectos más importantes, si no el que más, es la comunicación. Y es que pactar y establecer los límites es fundamental en las sesiones de Spanking. Los dos deben estar de acuerdo en todo para que la experiencia no se torne desagradable. Hablarlo previamente permite, entre otras cosas, establecer límites claros y sanos para ambos.
Según un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México, la confianza y la comunicación con el otro siempre es lo más importante.
Además de la comunicación y el respeto mutuo, estos aspectos también son parte de una sesión de spanking:
- El spanking puede ser parte de los preliminares de una relación sexual. Es una buena manera de “subir la temperatura” antes de pasar a la penetración vaginal o anal.
- Recuerda que los golpes no deben ser violentos. Sin embargo, hay quienes sienten más placer conforme la intensidad de estos va aumentando.
- La mayoría de las parejas alcanzan la excitación máxima durante los azotes. Sin embargo, su nivel de intensidad deben adaptarse al gusto de la pareja.