El síndrome de las bolas azules (tal es el término popular que se utiliza) viene del término médico denominado hipertensión del epidídimo. Básicamente, es el dolor de testículos que sufren algunas personas después de tener una excitación sexual que no acaba en orgasmo. Hoy en Tocabananas nos referiremos a este tema que puede inquietarte: qué es el efecto Blue Balls (bolas azules).
El síntoma tiene lugar cuando la sangre se acumula en los testículos durante la excitación. Y causa dolor si una persona permanece en este estado de excitación durante mucho tiempo. Lo positivo es que, aunque el efecto Blue Balls llega a ser muy molesto, usualmente no tiene mucha duración.
Te explicaremos qué es concretamente el efecto Blue Balls, y la manera de aliviar las molestias que éste ocasiona.
Tabla de contenidos
Qué es exactamente el efecto Blue Balls o bolas azules
Las bolas azules tienen lugar cuando un hombre está excitado durante muchos minutos u horas, sin poder alcanzar finalmente el orgasmo. Debido a esto, se da una acumulación temporal de sangre en los testículos.
Hay un término médico para definir el efecto Blue Balls y, tal como te lo hemos contado anteriormente, se conoce como hipertensión del epidídimo.
¿Sabes qué síntomas puedes tener en caso de sufrir este efecto que se centra en los testículos?
- dolor
- pesadez
- molestia o dolor leve
- color azul tenue en tus testículos
La explicación médica es la siguiente: la excitación sexual motiva que las arterias encargadas de transportar la sangre a los genitales masculinos se expandan. De esta manera, aumenta el flujo de sangre hacia esa área. Y las venas que usualmente retiran la sangre de los genitales se restringen, atrapan el fluido y causan la erección. Luego de eyacular, o si la persona pierde la excitación, los vasos sanguíneos vuelven a su tamaño habitual (además del pene y los testículos que habían permanecido inflamados.
Para aliviar esta sensación de Blue Balls, hay diferentes caminos a seguir. El más obvio es la eyaculación, pero también es válido distraerse con una actividad que no sea excitante, haciéndola hasta que los síntomas desaparezcan.
Mitos sobre las Blue Balls
No es peligroso en lo más mínimo el efecto Blue Balls. Sus síntomas, tal como lo expusimos en el párrafo anterior, van a remitir una vez que haya pasado la erección, y la sangre que va hacia los genitales retome su cauce habitual.
Y no es para nada indispensable que un hombre que sufre las Bolas Azules requiera de una pareja para aliviar el efecto causado por este contratiempo temporal. Puedes solucionarlo por tus propios medios.
Realmente, los testículos no se ponen azules durante el efecto Blue Balls. Pueden tomar un color azul muy tenue, que se debe al aumento del flujo de sangre en la zona.
¿Y sabías que este inconveniente no es exclusivo de los genitales masculinos?
Una mujer también puede experimentar una vasocongestión, que se conoce como “vulva azul” o congestión pélvica. Esto se da cuando el flujo de sangre hacia los genitales femeninos aumenta con la excitación sexual. Los síntomas pueden ser sensación de pesadez o dolor alrededor de la vulva y el clítoris. Y pasará este malestar cuando el flujo de sangre vuelva a su normalidad, justo después de un orgasmo o en el momento en que se vaya la excitación.
Tratamiento del efecto Blue Balls
Haciendo un repaso de lo que te hemos explicado hasta aquí, la solución para aliviar el efecto Blue Balls será sacar la sangre extra que está en los testículos, para que la presión sanguínea regrese a su estado habitual. Y por fortuna, no suele durar mucho tiempo.
La técnica más simple es eyacular. Sólo si tu pareja está de acuerdo y lo consiente, puedes alcanzar el deseado y postergado orgasmo a través de relaciones sexuales.
Pero en caso de no poder consumar el acto, tendrás que arreglarte por ti mismo… ¡acudiendo a una buena masturbación!
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En caso de que, por el motivo que sea, no tengas la posibilidad de masturbarte para aliviar el efecto Blue Balls, tendrás que acudir a otras técnicas con el objetivo de aliviar la presión sanguínea y dejar atrás la excitación.
Otras maneras de tratar el efecto:
- tomar una ducha fría (ayudarás a limitar el flujo sanguíneo a los genitales)
- aplicar una compresa tibia en tus testículos, con el objetivo de aliviar el dolor
- enfocarse en resolver problemas o en el trabajo como método de distracción
- recostarse (así aumentarás el flujo sanguíneo llevándolo lejos de tus genitales)
- hacer ejercicio
- levantar objetos pesados (logrando así hacer presión en otras zonas del cuerpo)
En caso de que el dolor sea grave y duradero, acude con urgencia al médico.