Aunque existan mitos absurdamente distribuidos a través del “boca a oreja”, hay una verdad irrefutable: toda relación sexual conlleva riesgos de contraer infecciones. En la presente entrada de Tocabananas, profundizaremos sobre esta cuestión tan importante, relacionada con la protección de las ITS (infecciones de transmisión sexual).
También pueden ser definidas como ITG (infecciones de transmisión genital), aunque evidentemente, su sombre más conocido es ITS. Y la potencial infección, puede producirse de forma independiente a la orientación sexual de la persona, de sus genitales y de su identidad de género, tan en boga en 2021.
La realidad, es que el contacto con los fluidos genitales puede ser un potencial vehículo para transmitir infecciones. Y por ello, usar medidas de protección es el único camino que va a garantizarte la posibilidad de vivir una sexualidad sana, y por supuesto que plena y feliz. Es algo que debe estar en la cabeza de todas las personas: el hecho de que tengas sexo con protección, va a lograr que la práctica sea mucho más placentera… ¡podrás dejarte llevar sin preocuparte por nada!
Tabla de contenidos
Cuáles son los momentos en que se debe usar protección
Hay una única palabra para responder a la pregunta del título: ¡siempre!
En realidad, la única excepción en la que puedes prescindir de la protección, es si tienes una pareja estable y exclusiva. De forma consensuada, y después de haberse realizado tests que comprueben que nadie tienes una ITS, es sensato que decidáis llevar adelante vuestra vida sexual sin cuidaros… ¡porque no interviene ninguna tercera persona!
Es importante destacar que, en una relación sexual, los factores de riesgo de transmisión de una ITS aumentan en los siguientes casos:
- Prácticas de larga duración: en caso de una penetración (anal o vaginal) que se extienda durante mucho tiempo, el riesgo de la aparición de irritaciones o pequeñas heridas es bastante más grande (en estos casos, te recomendamos siempre el uso de un buen lubricante, que también ayuda mucho en la prevención de una posible rotura del preservativo)
- Intensidad en la práctica: cuánto más brusca sea la práctica, más probabilidades existen de que se produzcan cortes o desgarros que faciliten una posible infección (mucho cuidado con las prácticas BDSM)
- Consumo de sustancias: la ingestión de alcohol o drogas puede provocar alteraciones en el comportamiento, y malas decisiones (como podrías ser el caso de una mala colocación de la protección)
Consideraciones sobre los distintos métodos de protección
Podemos mencionarte 4 métodos de protección utilizados para prevenir las ITS, y algunos puntos a destacar sobre ellos:
- Preservativo de pene: es probablemente el más conocido. Hay personas que pueden tener alergia al látex (tanto quien lo usa, como la persona que es penetrada), pero para esa gente existen preservativos fabricados con otros materiales, evidentemente sin látex. En nuestra tienda online, contamos con distintas opciones de preservativos.
- Preservativo interno o de vagina: es una alternativa que la mujer puede colocarse horas antes de tener relaciones. Al proteger toda la vulva, brinda mayor protección que el preservativo de pene.
- Barrera de látex: lo importante es que esté correctamente colocada y estable. Si se le va a aplicar lubricante, tiene que ser a base de agua y ser puesto por encima de la barrera (va a facilitar el roce, pero sin descolocarla).
- Preservativos de dedo: son ideales para prácticas de masturbación vaginal o anal. Se recomiendan especialmente en caso de tener uñas acrílicas o alguna herida en los dedos.
Algunos mitos sobre el uso de protección, sobre todo sobre el preservativo
No es válido que una mujer diga “yo me tomo las pastillas, no necesito protección”. Sólo sirve para evitar embarazos, de ninguna manera te protege de las ITS.
Decir que “el preservativo me aprieta” tampoco es una excusa: los modelos actuales se estiran mucho más de lo imaginado.
“El preservativo se me sale”: si te identificas con esa frase, el problema puede ser que no estés usando la talla correcta. Investiga un poco, y verás que existen opciones para penes de todos los tamaños.
También es falso aquello de que “sólo hay transmisión de ITS con la penetración”. Tal como lo hemos puesto al principio del artículo, en todo intercambio de fluidos puede haber riesgo de infección.
Qué ocurre con los juguetes sexuales
Evidentemente, compartir los juguetes sexuales puede ser una opción. Y nadie te va a impedir que lo hagas. Pero debes tener en cuenta algunas medidas de protección. La clave es la siguiente: con el uso de juguetes, se puede producir intercambio de fluidos.
El objetivo es tener tus juguetes sexuales limpios. Puedes lavarlos con agua y jabón o incluso usar un limpiador especial para ello. Si lo compartes con tu pareja, ponle un preservativo y cámbialo cuando lo va a usar la otra persona.
¡Ninguna protección sobra a la hora de prevenir ITS!