Mitos populares sobre el sexo anal

¿Te has dado cuenta que, si en diferentes terrenos existen mitos, en el mundo del sexo la cantidad de los mismos es más grande todavía? Alrededor suyo, giran no solamente mitos, sino también estigmas y tabúes, que se van transmitiendo de generación en generación. Y si hay una cuestión que genera controversia y opiniones encontradas, tiene que ver con el lado B de la sexualidad, o más propiamente, la cara trasera. Hoy en Tocabananas, recorreremos los principales mitos populares sobre el sexo anal.

Para empezar a poner un poco de tranquilidad, y paralelamente posicionarnos en el asunto, podemos afirmar que más allá de los mitos y tabúes, el sexo anal es algo completamente saludable y hasta satisfactorio.

Siempre hay claves para el éxito de un asunto. Y con respecto al sexo anal, es fundamental tanto educarse antes de emprender su práctica, y tomar siempre las medidas higiénicas correctas.

Cómo cambió la sexualidad cuando dejó de ser meramente reproductiva

A partir de este cambio, las prácticas distintas al coito tradicional empezaron a normalizarse. Ya no se trataba de introducir el pene en la vagina.
Entonces, hubo actos diferentes, como el sexo oral y el sexo anal, que poco a poco fueron puestos en consideración por muchas personas. Incluso, al punto de que una importante cantidad de gente las considera hasta más satisfactorias que el sexo por vía vaginal.

Pero volviendo a la cuestión inicial, a todo aquello que se aleje de la práctica del coito de manera tradicional, muy pronto se le añaden estigmas y tabúes que lo envuelven. Y aunque está claro que puede tratarse simplemente de una actividad sexual en donde obtienen placer todos los involucrados, y eso es ciento por ciento saludable, a partir del sexo anal se han construido diferentes mitos populares. A continuación, haremos un repaso de los principales.

El sexo anal es algo sucio

Es falso. Este mito muy extendido a través de los años, en ocasiones es enarbolado por mujeres heterosexuales, que piensan eso y lo usan como excusa para no permitirse experimentar esta práctica. ¡Es perderse una manera de sentir un placer totalmente diferente!

Debe existir una buena educación al respecto del sexo anal, además del atrevimiento de ambas partes. Y, por supuesto, se deben tomar las medidas higiénicas correctas, con el fin de evitar una situación desagradable (ya que, al tratarse del ano, al final del intestino recto siempre podrían quedar residuos de materia fecal).

La práctica del sexo anal afecta la salud

Es falso. La práctica en sí, si se hace de manera correcta, no tiene por qué generar infecciones, ni desgarros ni hemorragias. Es verdad que las complicaciones podrían surgir si se realiza el sexo anal sin la higiene necesaria, o sin utilizar un buen lubricante anal o preservativo. Es lo mismo que en la penetración vaginal, siempre hay que procurar tomar las medidas pertinentes. Por ello, a la persona que va a penetrar el ano… ¡siempre suave y con mucho cariño!

El sexo anal es para homosexuales

Es falso. Puede ser satisfactorio tanto para mujeres como para hombres, lo cual quiere decir que su práctica es para ambos géneros. Suele asociarse a una práctica que realizan las parejas de hombres. Pero no debería encasillarse allí, ya que el ano es una zona erógena para personas de ambos sexos.

Si a un hombre le gusta el sexo anal, ¿es homosexual?

Es falso. Disfrutar del sexo anal no convierte a un hombre en homosexual, ya que las prácticas relacionadas con esta zona no están ligadas a la orientación sexual de una persona. Hay hombres que tienen sexo anal porque su rol es el de penetrar, pero el ano es una zona erógena más. Y en los hombres, esta práctica estimula la próstata (es decir, el punto G masculino). La creencia es que los hombres que dejan que se los estimule a través del ano son homosexuales, y no es así. Responde a un estereotipo cultural, pero muchos expertos coinciden en que la estimulación anal debería considerarse una práctica absolutamente normal para los hombres (sea cual fuere su orientación).

Las mujeres no lo disfrutan

Es también falso. Partiendo de la base que el cuerpo de la mujer es distinto al del hombre y la vagina es diferente al ano, ellas pueden disfrutar perfectamente de esta práctica sexual. La zona puede provocarle a la mujer sensaciones muy placenteras, pero siempre y cuando se realice de forma correcta, y que no debe ser el ano la única parte estimulada durante el acto en sí. Fundamental: ¡que no haya ningún tipo de dolor! Un estudio hecho por la National Survey of Sex and Behavior, plantea que el sexo anal es uno de los caminos seguros para el orgasmo femenino. Seguirá siendo un tema tabú por algunos años… ¡pero hay que experimentarlo para conocerlo muy bien!

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