Lubricación sexual, ¿de dónde sale?

Es algo fundamental para que no tengas molestias en tus encuentros sexuales, y que sean únicamente sinónimo de placer. Y puede conseguirse de manera natural o artificial. Nos estamos refiriendo a la lubricación sexual: ¿de dónde sale?

La lubricación vaginal, que de eso se trata este artículo de Tocabananas, es un proceso fisiológico que se produce en un momento muy top del sexo: el de la excitación. ¿Qué implica esto? Es la manifestación de una tensión sexual, que viene con una reacción somática generalizada incluida que se llama vasocongestión.

La vasocongestión tiene que ver con la llegada de la sangre a determinados lugares de tu cuerpo, y en un tiempo determinado. Esto significa que, cuando la sangre llega a la cavidad pélvica, se concentra alrededor de la vagina. Y allí produce una intensidad que, debido a un exceso de presión, provoca lo que se denomina un trasudado. Se trata del fluido vaginal que va a permitir la penetración, haciendo que los movimientos de la misma sean indoloros.

Diferencias entre lubricar una vagina y alcanzar una erección

En una relación heterosexual, durante la fase de excitación también tiene lugar la erección del pene. Ésta consiste en un proceso vasocongestivo, durante el cual los cuerpos cavernosos y esponjosos que están en el interior del miembro, se llenan de sangre y aumentan su volumen.

Podría decirte que es similar al proceso de lubricación de tu vagina, pero la diferencia no es sutil. Y tiene que ver con la cantidad de sangre.

  • Para llegar a una erección, el pene precisa de entre 70 y 100 cm3 de sangre
  • Para un correcto proceso de lubricación de la vagina… ¡se requieran unos 500 cm3!

Allí está la principal diferencia en relación a los dos sexos biológicos, en el tiempo que lleva excitarse. Para lubricar una vagina, puede tardarse hasta cinco veces más lo que lleva generar la erección del pene.

Qué papel juega la lubricación antes y durante la penetración

Cuando hablamos de los famosos preliminares, evidentemente son las prácticas sexuales o juegos previos antes de la penetración. Y es el momento en el que se va juntando toda esa sangre, la necesaria para obtener la correcta lubricación de tu vagina, con el objetivo de que la penetración sea sin ningún dolor. De no darse correctamente este proceso fisiológico antes mencionado, puede producirse ardor o quemazón. Lo que consigue la lubricación (ya sea natural o artificial) es evitar que se produzca ese aumento de temperatura durante la fricción típica de la penetración.

Y más allá de lo que sucede “antes”, es fundamental también el “durante”. Porque puedes estar lubricada y perder esa cualidad después de un largo tiempo de penetración. Aquello de que “el acto sexual, cuanto más largo, mejor” es un mito que hay que desestimar cuanto antes. Es clave que, cuando estás siendo penetrada, le hagas saber a la otra persona cómo te sientes, y si es necesario reforzar la zona con un lubricante artificial.

Incluso, la falta de lubricación podría incidir en un factor que no debe tomarse a la ligera: el riesgo de la rotura del preservativo.

Factores que inciden en la lubricación natural

El tiempo, ya lo hemos visto, no sólo lo cura todo… ¡también lo lubrica!

Pero hay otras causas que tiene impacto sobre la lubricación natural de tu vagina: puerperio, infecciones recurrentes, anticonceptivos hormonales, estrés, menopausia, y otros más complejos como quimioterapia o radioterapia en la zona de la pelvis o extirpación quirúrgica de ovarios.

Y hay ciertas acciones que, si las haces, serán propensas a fomentar la lubricación de manera natural:

  • Bebe mucha agua y cuida la alimentación
  • Evita el consumo de tabaco y de alcohol en exceso
  • Si puedes, pasa de los protectores diarios y de ropa interior muy ajustada
  • Haz actividad física (mantener una buena circulación sanguínea es fundamental)
  • Activa el suelo pélvico
  • ¡No laves tu vagina! No coloques nada dentro de la vagina para lavarla, sólo procura lavar con agua o un poco de jabón neutro la zona de la vulva. Y evita el uso de productos perfumados, antibacteriales y esponjas.

Productos idóneos para aumentar la lubricación

Es altamente recomendable que naturalices el uso de lubricantes en tus encuentros sexuales. Y también puedes incluirlos en la masturbación y el uso de juguetes.

En nuestra tienda online, contamos con una amplia gama de lubricantes, incluyendo algunos comestibles, con base de silicona y con efecto calor.

Para utilizar estos productos, solo basta con colocar una pequeña cantidad del lubricante elegido (del tamaño de una almendra) sobre tus dedos. Luego, lo pasas con un suave masaje sobre la vulva y en el interior de tu vagina. También puedes repetir la operación, poniendo otra pequeña porción sobre la cabeza del pene o en el juguete sexual que vas a utilizar. ¿Placentero?

En el sexo… ¡sin lubricación no hay paraíso!

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