¿Es bueno o malo tragarse el semen?

A priori, la respuesta es clara. Tragarse el semen no es malo. Ahora bien, no debemos perder de vista que este fluido contiene nuestro ADN y puede contagiar infecciones de transmisión sexual. Por esta razón, si quieres hacerlo, lo mejor es asegurarte antes de que tu pareja no tiene ninguna.

Más allá del tema de las enfermedades de transmisión sexual, en este post haremos un breve repaso acerca de algunos de los aspectos más interesantes y curiosos del semen, como, por ejemplo, de qué está compuesto, a qué sabe, si engorda o cómo se puede mejorar su sabor y su calidad.

¿Qué es el semen?

Aunque es probable que ya lo sepas, nunca está de más hacer un breve repaso de los aspectos más básicos. El semen es un fluido espeso y blanquecino que los hombres expulsan por la uretra al eyacular. Está compuesto en un 90% de líquido seminal y un 10% de espermatozoides. El semen es donde viajan los espermatozoides hacia el exterior.

¿A qué sabe?

El sabor del semen varía en función de lo que haya comido la persona que lo produce. En general, el sabor del semen suele ser más bien salado (aunque contenga azúcares), incluso muchas personas lo describen como un sabor amargo y metalizado por el zinc que contiene.

Ahora bien, no solo depende de la alimentación, ya que, incluso dos personas que hayan comido lo mismo, pueden producir semen con sabores diferentes.

¿Qué alimentos mejoran su sabor y cuáles lo empeoran?

En general, los expertos aseguran que una dieta rica en verduras o en frutas como la piña o los arándanos podría mejor su sabor. También el té verde o las bebidas azucaradas podrían suavizar el sabor del semen y hacer que fuera algo más neutro.

Por otro lado, también hay alimentos que empeoran el sabor como, por ejemplo, los espárragos y las espinacas. Los que ocupan los lugares más destacados en esta lista son el café, el tabaco y el alcohol. Además, estos también afectan a la cantidad y calidad del semen.

Por último, ten en cuenta que una manera realmente efectiva que garantiza un buen sabor durante una felación, es aplicando un lubricante comestible. Y es que no hay que olvidar que existen multitud de lubricantes orales que han sido diseñados con diferentes sabores. Solo tienes que escoger el que más te guste o el que te apetezca para esa ocasión.

¿Podría alimentarme exclusivamente de semen?

Una cosa es que te lo tragues como parte de un juego sexual (la felación), y otra muy distinta que lo consideres un alimento más, lo cual, dista mucho de ser posible. Y es que, aunque el semen tiene vitaminas y minerales, lo cierto es que no podrías alimentarte solo de eso si te quedas aislado en una isla desierta.

Un dato curioso: Cada eyaculación contiene aproximadamente unas 10 calorías, menos que comer 100 g de pepino o de lechuga.

Cómo mejorar la calidad del semen

Además del sabor, otro de los aspectos más importantes del semen, si no el que más, es su calidad. Para mantener y aumentar el nivel de calidad del semen es fundamental llevar un estilo de vida saludable. Es importante prestar una atención especial a la dieta, ya que, los alimentos que escogemos en nuestra cesta de la compra son clave tanto en el sabor, como en la cantidad y la calidad del semen.

Por ejemplo, el cacao o los frutos secos, gracias a su alto contenido en zinc, mejoran la calidad del semen, ya que es el mineral que tiene en más concentración. Si hablamos de mejorar la calidad de los espermatozoides y su fertilidad, puede ayudar una dieta rica en ácidos grasos, omega-3, antioxidantes y el ácido fólico de la vitamina B. Estas sustancias las puedes encontrar en el salmón y el aguacate, por ejemplo.

Practicar deporte también ayuda, siempre y cuando tengamos cuidado con aquellos que pueden tener algún impacto y afectar al suelo pélvico, como el ciclismo. Por otro lado, los ejercicios Kegel ayudarán a prevenir problemas de próstata y a mejorar la salud sexual. Así que, ya sabes, estos ejercicios no solo ayudan al suelo pélvico de las personas con vulva.

Por último, usar determinadas prendas de vestir también pueden ayudar a mantener una buena calidad del semen. Así se desprende de algunos estudios científicos, como el realizado por la Universidad de Harvard que apunta a que las personas con pene que usaban boxers o calzoncillos más holgados tenían una concentración de esperma un 5% superior. Una de las razones puede ser que los testículos cuelgan del cuerpo precisamente para mantener su temperatura, y con la ropa interior muy ajustada se pierde este espacio.

En cualquier caso, a la hora de decidir si tragarse o no el semen que expulsa nuestro compañero de juegos sexuales, lo más importante es que ambos estén de acuerdo en hacerlo. Como en todas las prácticas sexuales, la comunicación es lo más importante.

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