Cómo iniciarte en el BDSM

El universo del BDSM (de las siglas Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo) puede provocarte una curiosidad grande. La realidad, es que reúne un buen número de placeres que hacen que te metas en terrenos poco conocidos de la sexualidad, pero… ¿quién sabe si no te resultan apasionantes? Si cada vez más te pica la curiosidad para incursionar en estas prácticas, aquí te contaremos cómo iniciarte en el BDSM.

El primer error que comete mucha gente, es pensar que todas las acciones que se realizan en este mundo tienen que ver con infligir un dolor extremo. No es así. ¿Sabías que pasar las uñas por la espalda de otra persona, o unos ligeros azotes en las nalgas son herramientas del BSDM?

Incursionar en el BSDM, puede ser una prueba de un día (o una noche). O incluso transformarse en una práctica de toda la vida, o un estilo para vivir desde allí y para siempre el sexo. Concluyendo esta introducción, el hecho de probar estas prácticas tiene que ver simplemente con superar algunos límites, explorando nuevos territorios con tu pareja en el terreno del sexo.

Establecer los límites: un punto clave para iniciarte en el BDSM

Hemos repasado en artículos anteriores diversos aspectos relacionados, como las principales características del BDSM, o cuál fue su origen y evolución a través de la historia. Pero siempre que nos referimos a estas prácticas, queremos remarcarte que el límite tiene que estar debidamente consensuado por los dos (o más) participantes. Si no hay disfrute, en el BDSM no hay juego. Tiene que estar basado en el consentimiento, y jamás deben faltar ni el respeto ni la comunicación.

Antes de iniciarte en este universo, debes tener en claro que se requiere una mente muy abierta. Y otras siglas son fundamentales para la práctica del BDSM. Y son SSC (significan prácticas Seguras, Sensatas y Consensuadas).

La definición de los roles de cada persona, y de la palabra de seguridad (para frenar en el momento que sea) forma parte de los preparativos previos. Y una vez arreglado todo, es el momento de empezar.

Aquí te recomendamos una serie de consejos ideales para iniciarte en el BDSM.

Elegir un buen atrezo

Sin complementos, prácticamente es imposible llevar a cabo el BDSM. Es fundamental elegir un buen lugar (un sitio cómodo, que decores a tu gusto y el de tu pareja), y luego escoger un disfraz para disfrutar al ciento por ciento del papel.

En nuestra tienda online, contamos con un menú exclusivo para accesorios BDSM, donde se incluyen lencería Bondage y máscaras BDSM.

Los disfraces son idóneos para estas prácticas, y sale mucho el látex, las pezoneras, los arneses… Todo vale con el objetivo de que te sientas una persona distinta: ¿prefieres ser dominante o dominada?

Cómo aumentar las sensaciones

El atractivo de las prácticas BDSM es que, a grandes rasgos, no sepas lo que va a ocurrir. Que la persona “dominada” no pueda ver (usando un antifaz o pañuelo) provoca esa sensación, quizás de un poco de miedo, de no saber qué es lo que le espera. Pero está garantizado el aumento de la excitación sexual…

¿De qué manera puede “someterse” a la persona dominada?

  • Con azotes: si bien la zona de los glúteos es sensible, también está preparada para sufrir impactos. En la postura sexual del perrito, muchas personas disfrutan de azotar o ser azotadas. Y se puede usar, o bien la mano abierta, o accesorios idóneos para esta práctica, como la gran gama de azotadores, fustas y palas que tenemos en Tocabananas.
  • Con mordiscos: dejarse llevar por la pasión, conduce a dar besos largos y muy intensos. Y estos pueden transformarse en mordisquitos, primero en los labios, después en otras zonas del cuerpo. Algunas zonas erógenas pueden ser las depositarias de esta práctica: pezones, lóbulos de las orejas. Ten cuidado en las zonas genitales, aquí no se recomiendan ni los dientes ni los mordiscos.

Hazte la película con el BDSM… ¡átame!

Si siempre hay una persona dominante y otra sumisa, el hecho de atar las manos de la víctima viene casi como anillo al dedo.

Para ese fin, hay diversos accesorios, donde sobresalen las esposas sexuales que están disponibles en nuestro catálogo. Pueden ser también cuerdas, o una tela. Lo importante es que sean suficientemente fuertes para que no se puedan quitar fácilmente, pero que no lo sean tanto al punto de causar quemaduras por el roce, o cortar la circulación de la persona que las lleva.

Si cualquiera de estas prácticas, te incomoda a ti o a tu pareja, evidentemente debes “pasar” de ellas. Lo importante, al fin y al cabo, es el hecho de experimentar probando cosas nuevas.

El universo del BDSM es muy amplio. Si lo exploras poco a poco, seguramente encontrarás prácticas dentro del mismo que te causarán gran placer.

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