En ocasiones, el estrés del día a día, el exceso de trabajo o incluso la rutina, pueden llevarte a una situación en la que te consideres como “atado” en relación al sexo. Y justamente, el escape puede estar por ese camino, pero literalmente hablando: ¡se trata de hacerle un homenaje a la famosa película “Átame” de Almodóvar! En este artículo de Tocabananas, te proporcionaremos valiosa información sobre el Bondage para principiantes: la mejor guía.
Puede parecer una locura, pero no lo es tanto. Si te agobian las obligaciones diarias, las situaciones que no dependen de ti, y un etcétera de cosas, la solución puede estar en una simple “amarrada”… ¿por qué no dejarte atar (o atar tú a tu pareja)?
¿Has sentido o sientes curiosidad por el mundo del Bondage? No debes tenerle ningún tipo de miedo, ya que podría resultarte una práctica mucho más fácil de lo que imaginas.
Tabla de contenidos
Qué hay detrás del Bondage
Para empezar a incursionar en este mundo, no se requiere nada especial ni extraordinario. Sólo hace falta tener en cuenta unos consejos básicos.
Muchas personas consideran al Bondage como la práctica del sexo de manera salvaje y desaforada, ¡pero existe un lado más suave y más dulce dentro de este propio mundo! Y la realidad es que, si te animas a experimentarlo, puedes pasar por momentos verdaderamente maravillosos.
En el Bondage para principiantes, todo puede hacerse sin la necesidad de cuerdas como si estuvieras en un calabozo. Puedes prescindir de nudos considerados complicados, ni tampoco hace falta realizar posturas de la categoría de acrobáticas.
Sólo se trata de que tu pareja te inmovilice, y que tú estés con la predisposición suficiente como para “dejarte hacer”. Puedes descubrir allí una experiencia alucinante.
La magia del Bondage reside en que no puedes tocar a tu pareja, y eso hace que tengas que concentrarte con exclusividad en lo que tú estás sintiendo. Sí, la idea es que tu amante se haga cargo del 100% de la situación.
¿Te pica el bichito por zambullirte en el mundo del Bondage para principiantes?
Aquí vienen los consejos que te lo harán todo mucho más fácil…
Tienes que estar las dos personas de acuerdo
Es súper importante que se hable del asunto antes de empezar con el propio asunto.
No es válido pedirle “átame” a la otra persona cuando ya está a punto de colocarse el preservativo o algo por el estilo. Es fundamental que antes habléis de la experiencia, llamando a las cosas por su nombre.
Deben establecerse límites y también alcances del tipo de práctica que os animaréis a hacer.
¿Las esposas? Mejor para después
Es cierto que suena tremendamente excitante tener las manos inmovilizadas por esposas. Pero no es lo más recomendable para la primera vez en el Bondage.
Es un tipo de elemento que tiene la característica de ser duro. Y en ocasiones las esposas pueden llegar a lastimar. Incluso si no estás acostumbrada a ellas, podrán hacerte sentir dolor y resultarte demasiado incómodas. Y todo eso te llevará a una desconcentración que no es nada recomendable para estas prácticas.
Mejor es empezar con algo suave, como puede ser una mascada o un fular. Y un buen consejo, puede ser usar una corbata para atar a la otra persona.
Dejarse vendar los ojos puede ser lo máximo
Esta acción no está relacionada con hacer que la experiencia sea divertida.
Es más bien idónea para que no tengas la distracción de ningún estímulo visual.
No son pocas las personas que comentan que han tenido el mejor orgasmo de su vida con los ojos vendados.
No resistirse y rendirse
¿Sabías que uno de los mayores encantos del Bondage está en el efecto mental que te puede provocar?
Puede considerarse como sumisión sexual. Imagina que el Bondage consiste en que te tomes unas vacaciones de tu propia voluntad. Eso significa que la otra persona será quien decida absolutamente todo lo que va a hacer.
Estar a la merced de tu pareja en el terreno del sexo puede darte una sensación increíble…
Escoge una palabra de seguridad
Aunque existe la posibilidad de que nunca tengas que usarla, es muy importante que la pareja establezca una palabra de seguridad.
Se trata sencillamente de ponerse de acuerdo en una o varias palabras que cualquiera de las dos personas puede decir en caso de querer que se detenga la acción. Y debe respetarse a toda costa.
Podría ser incluso divertido que las palabras de seguridad escogidas sean ridículas o suenen hilarantes. Lo importante es que se utilicen como una especie de botón de Stop.
Hay que comentar la jugada
Una vez realizada la práctica Bondage, es muy estimulante hablar de lo que ha ocurrido entre la pareja.
Podrás comprobar que mantener esa conversación “hot” te puede provocar aún más excitación que ver una película porno.